" No hay tunel que dure cien años, mi vida.
Mira
como se arruga la tiniebla,
la procesión de pálidas
se desbarranca,
los funcionarios inauguran ruinas.
Y vos y yo fundamos aires buenos.
Donde estará la plata de mi río,
solo barro y olitas
de minué.
En los camalotes cantan sirenas,
pero
Ulises camionero no las oye,
solo escucha la radio.
Llueve liquen en los decrépitos televisores,
buenas
noches a todos, mariposas y difuntos.
Transmiten
en cadena las cadenas.
El cemento se cansa de ser cobija de la Pampa.
Por
los baches asoma la luz mala, resucitan cardos y
maíces,
abran paso las luciérnagas curiosas que
verán.
Viento sur, olor a transparencia,
silbo de la
calandria, madrecita cantora del primer rayo de la
aurora
.
La sopa de los pobres llega al centro, y su vapor
al reino de los cielos.
Ventolina que barre tormentas, lavadero del alma,
nos deja serenitos,
reciclando la pena en vasto
amor. Silbo de la calandria y vidalita de la
esperanza.
Darle cuerda al amanecer, empujar un poco al Sol,
al buen día meterlo en casa. Silba la calandria y
nos sorprende en vela,
amuchados, con ganas de
seguir.
Estación claridad vamos llegando. "
También podés leer:
11/2011 Ese amigo del Alma